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Estrés laboral y alimentación: Cómo manejar el estrés sin recurrir a la comida

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Estrés laboral y alimentación

El estrés laboral suele ser una fuente constante de tensión y ansiedad hoy en día.

A muchas personas les resulta difícil controlar sus niveles de estrés sin recurrir a la comida.

Por desgracia, esto puede provocar una serie de problemas relacionados con la salud, como aumento de peso, problemas digestivos y fatiga crónica.

 

Entender el estrés laboral

El estrés laboral puede manifestarse de muchas maneras.

Entre las causas comunes de estrés se encuentran la elevada carga de trabajo, los plazos estrictos, la inseguridad laboral, la falta de autonomía y los largos desplazamientos.

Al soportar diariamente estos factores estresantes, muchas personas optan inconscientemente por comer en exceso o tomar decisiones equivocadas respecto a su dieta.

Estas decisiones alimentarias equivocadas terminan provocando problemas de salud física y mental.

Los alimentos procesados suelen tener un alto contenido de azúcares poco saludables que lo que van a provocar en ti es que te sientas más perezoso e irritable.

Cuando estás estresado te apetecen mucho más alimentos azucarados y ultraprocesados, que generan un pico de insulina con el que parece que inicialmente te da energía. El problema es que en menos de 2 horas tendrás una bajada de energía que te llevará a comer de nuevo, por lo que estarás en un bucle sin fin.

 

Tu mejor arma: la resiliencia

Un medio eficaz de combatir el estrés laboral es construir resiliencia.

Intenta incorporar a tu rutina diaria el ejercicio regular, la meditación consciente y técnicas de respiración profunda para bajar el estrés y la ansiedad.

El ejercicio es una forma excelente de liberar la energía acumulada, conseguir una sensación de logro y equilibrar el estado de ánimo.

Está más que demostrado que la meditación y las técnicas de respiración profunda reducen los niveles de hormonas del estrés en el organismo, lo que hace que te permitirá ser más resistentes a los factores estresantes externos.  Entrar en contacto con la calma también te ayudará a tener más foco y a tener claros tus límites para comunicar con asertividad.

Otra clave para aumentar tus niveles de energìa y afrontar mejor tu día a día es seguir una dieta sana y equilibrada.

Para obtener los mayores beneficios, procura comer una variedad de frutos rojos y verduras, proteínas y grasas saludables. Evita en lo posible los alimentos procesados y aceites refinados que son altamente inflamatorios.

Al consumir alimentos, sé consciente de tu intuición. Sintoniza con las señales de hambre y saciedad del cuerpo para evitar comer en exceso.

Cómo afrontar el estrés sin comida

En lugar de comer cuando sientas ansiedad por el estrés, considera la posibilidad de realizar otras actividades.

Dar un paseo, leer un libro o practicar la atención plena. Además, asegúrate de que hay un equilibrio saludable en tu vida pasando tiempo de calidad con la familia y los amigos.

Cuando sientas un fuerte deseo de comer en momentos de estrés, en lugar de comer puedes optar por escuchar las verdaderas señales de hambre del cuerpo, y atenderlas de verdad,  siente tus emociones y escucha el mensaje que trae implícito.

Reflexiona sobre estas señales y pon en práctica estrategias de afrontamiento adecuadas, cómo escribir un diario o dedicarse a una actividad placentera, te ayudará a minimizar la tendencia a comer en exceso durante situaciones estresantes.

Crea un entorno de trabajo óptimo

Fomentar un entorno que minimice el estrés es esencial para promover la salud y la productividad en el lugar de trabajo.

Si eres directivo, dedica tiempo a escuchar las necesidades y preocupaciones de tus colaboradores. Esto fomentará un diálogo abierto en el que las personas sientan que se les escucha y que se tienen en cuenta sus necesidades.

Esto contribuirá en gran medida a fomentar un sentimiento de cooperación entre los miembros del equipo.

Trabajando juntos permitirá crear un entorno laboral de apoyo, donde todos podréis disfrutar de unos niveles de estrés más reducidos.