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Resistencia a la insulina: Síntomas y tratamiento

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Resistencia a la insulina: Síntomas y tratamiento

La resistencia a la insulina es un trastorno metabólico que afecta a la capacidad del organismo para responder a la hormona insulina. Cuando esto ocurre, los niveles de glucosa en sangre empiezan a aumentar, lo que provoca una serie de problemas de salud. En este artículo estudiaremos qué es la resistencia a la insulina y algunos de sus síntomas. También veremos cómo se diagnostica y cómo puede tratarse.

¿Qué es la resistencia a la insulina?

La resistencia a la insulina es un trastorno en el que las células del organismo responden a la insulina menos de lo normal. Esto significa que el páncreas produce más insulina en un intento de reducir los niveles de glucosa en sangre. La resistencia a la insulina está estrechamente relacionada con una serie de problemas de salud, como la obesidad, la diabetes de tipo 2, la hipertensión y la dislipidemia.

¿Qué causa la resistencia a la insulina?

La causa exacta de la resistencia a la insulina no se conoce del todo, pero hay una serie de factores que pueden contribuir a su desarrollo. Entre ellos se incluyen la inactividad física, la mala alimentación, los antecedentes familiares, la obesidad y determinados medicamentos. Además, algunos estudios sugieren que otros factores -como la inflamación y el estrés oxidativo- también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la resistencia a la insulina.

¿Cuáles son los síntomas de la resistencia a la insulina?

Los síntomas de la resistencia a la insulina pueden variar de una persona a otra. Algunos individuos pueden no experimentar ningún síntoma, mientras que otros pueden experimentar los siguientes:

Aumento de peso: Algunas personas con resistencia a la insulina pueden tener dificultades para perder peso, a pesar de seguir una dieta sana y hacer ejercicio con regularidad.

Aumento del apetito: Las personas con resistencia a la insulina pueden sentir un aumento de su apetito, sobre todo después de comer alimentos que contienen azúcar.

Cansancio: El cansancio crónico o la fatiga pueden ser síntomas de resistencia a la insulina;

Fluctuaciones del azúcar en sangre: La incapacidad para regular los niveles de azúcar en sangre puede dar lugar a fluctuaciones bruscas del azúcar en sangre, creando síntomas de hipoglucemia como mareos, sudoración y temblores.

Mala cicatrización de las heridas: La resistencia a la insulina puede contribuir a una mala cicatrización de las heridas debido a que los niveles elevados de glucosa en la sangre pueden dañar los nervios y los vasos sanguíneos.

Síndrome de ovario poliquístico (SOP): Las mujeres con resistencia a la insulina pueden tener un mayor riesgo de desarrollar SOP, que puede causar una importante irregularidad menstrual y problemas de fertilidad.

Manchas oscuras en la piel: Pueden aparecer manchas oscuras en la piel, conocidas como acantosis nigricans, en zonas del cuerpo como el cuello, las axilas, los codos, las rodillas y las ingles.

¿Cómo se diagnostica la resistencia a la insulina?

La resistencia a la insulina suele diagnosticarse mediante una combinación de análisis de sangre. Un análisis de glucosa en sangre en ayunas puede ayudar a identificar niveles elevados de azúcar en sangre, mientras que una prueba oral de tolerancia a la glucosa puede proporcionar una indicación de la capacidad del organismo para procesar la glucosa durante un periodo de tiempo. Además, una medición de los niveles de insulina en sangre puede proporcionar información adicional sobre el grado de resistencia del organismo a la insulina.

¿Cómo se trata la resistencia a la insulina?

Existen varios cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a tratar la resistencia a la insulina. Por ejemplo, una dieta sana, rica en verdura, proteína y grasas de calidad, y baja en azúcar y alimentos procesados, puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre. Además, el ejercicio regular -como caminar a paso ligero o nadar- puede ayudar a mejorar la capacidad del organismo para responder a la insulina.

Llevar un estilo de vida saludable, amar tu cuerpo tanto como a ti mismo/a es la clave para que el cuerpo pueda volver al equilibrio.